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Oficinas y Arquitectura
Javi Royo, Ilustrador
Mario Eskenazi, Gráfica aplicada
El punto de partida de todo proyecto de Lagranja es su localización. En un área industrial del barrio KwunTong, una zona en ebullición del distrito de Kowloon, el estudio ha creado Gravity; un complejo de 29 oficinas para start-ups de tecnología.
La empresa Hip shing Hong (HSH), cliente habitual de Lagranja, contactó al estudio para el diseño de un edificio en el que se pudieran instalar empresas tecnológicas con la posibilidad de alquilar diferentes módulos, los llamados Units. El nombre “Gravity”, haciendo un guiño a la película, nace del afán de los asiáticos por bautizar los edificios y, en este caso, por el notable carácter futurista del espacio. Aunque la propuesta de la fachada no se ha llegado a construir por motivos de normativa local, el diseño de la misma reforzaba el módulo de Units mezclando materiales industriales, como la malla de acero galvanizado, para integrar el edificio en el barrio con una gráfica LED que identificaba los diferentes módulos, con gráfica firmada por Mario Esquenazi.
El parking, el lobby, los lobbylifts y los aseos mantienen el mismo concepto. Aunque se ha buscado un efecto futurista, frío y tecnológico, el proyecto requería un toque más humano así que el estudio ha contado con el ilustrador Javi Royo para darle un poco de sentido del humor a la atmósfera, manteniendo el sello colorista de Lagranja. Los espacios de transición, también llamados lobbylifts, se abren a grandes ventanas que muestran el espacio imaginario de Javi Royo, que en cada planta cambia de color. El artista barcelonés ha dibujado bicicletas, ballenas, cohetes e incluso cepillos de dientes, inventándose un excéntrico mundo entre lo hecho a mano y lo digital, entre lo analógico y lo high-tech.
Hong Kong es una ciudad densa, los espacios son reducidos y muchos de ellos cerrados y sin luz natural. Por ello, los falsos techos, de efecto espejo, han sido reinterpretados con grandes lámparas modulares que hacen la doble función: iluminar y permitir el acceso a las instalaciones que se encuentran más escondidas, aportando mayor profundidad, como flotando en el espacio. En este proyecto, Lagranja ha querido hacer algo distinto. Gracias a la ausencia total de madera, suelos de cemento pulido, acabados metálicos y superficies ilustradas, se tiene la sensación de estar en una nave espacial viajando hacia el Planeta Diversión.
Gerard y Gabriele, cofundadores de Lagranja, afirman “Este proyecto ha estado influenciado por el carácter social, cultural y arquitectónico de la ciudad. Nos interesa contextualizar los proyectos, y en este caso, creemos que este diseño solo lo podríamos haber diseñado en una ciudad como Hong Kong, a veces tan impersonal como trepidante”.
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