La productividad y el bienestar de los empleados, la iluminación técnica y decorativa eran primordiales para el proyecto. Lagranja ha diseñado dos modelos de luminarias, ambos emiten una luz difusa y suave. El primero es usado en las zonas públicas. Se trata de una bóveda de yeso empotrada en el techo, formando un conjunto de lunas. El otro, instalado en las áreas de trabajo, es un anillo suspendido. Forrado con fieltro para controlar acústicamente el ambiente y en su parte superior recubierto de plantas. El resultado general es un entorno de trabajo que une lo experiencial y lo corporativo, que es dinámico e imaginativo y, al mismo tiempo, posee una funcionalidad y facilidad operativa exigidas por una empresa de este tamaño y estatus.