Iluminación
Esta familia de lámparas técnicas – downlights, proyectores y apliques – se hubiera podido llamar moon, de no ser porque hay miles de lámparas que se llaman moon. Se hubiera podido llamar cráter, de no ser cráter una palabra tan fea. Sin embargo, de ahí viene la idea.
El LED – la fuente de luz que utilizan estas lámparas y que ofrece grandes ventajas energéticas – si no está oportunamente tratado es agresivo a la vista y llega con facilidad a deslumbrar. Así que decidimos esconderlo dentro de un cono – cráter – que no impide que la luz llegue a la superficie para iluminar, pero si impide que nos llegue directa a los ojos.
Para Lagranja técnico no tiene que ser sinónimo de frío. Así que hemos intentado diseñar un foco que funcione en una farmacia pero que no nos molestaría ponernos en casa.
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