La sala de juntas que ha sido diseñada para dar cabida a diversos formatos de reunión en consonancia con las nuevas formas de trabajo, en las que las reuniones físicas varían mucho en número y la asistencia puede ser a menudo virtual. En una sala de 90 metros cuadrados en total revestida de fieltro, Lagranja ha diseñado un sistema de división mediante cortinas confeccionadas en terciopelo de alto gramaje. Suspendidas por las barras del techo, pueden transformar el espacio en segundos para acoger un evento público o una conferencia privada. Las mesas diseñadas a medida tienen la misma flexibilidad, y se pueden configurar para adaptarse a las necesidades de la oficina. La entrada principal de la oficina, se ha dotado de una «piel» escultórica, hecha con las persianas de listones de madera que se colocan en el exterior de las ventanas del Eixample; un detalle de diseño omnipresente y cotidiano, pero reinventado. Los techos se realzaron al retirar los paneles, revelando una red de casetones de hormigón que estaban debajo.